A la hora de seleccionar un diseño de bomba, y para asegurar un rendimiento óptimo en distintas condiciones de trabajo y aplicaciones, se tienen en cuenta las condiciones de desgaste definidas por el instituto hidráulico en su norma ANSI-HI 12.1-12.6: Extremadamente abrasiva (Clase 4), Altamente abrasiva (Clase 3), Abrasiva (Clase 2) y Ligeramente abrasiva (Clase 1). Clasificar nuestra aplicación dentro de alguna de estas categorías, nos permitirá seleccionar un equipo específicamente diseñado para entregar la mejor relación entre duración de los componentes de desgaste y el rendimiento del equipo. A modo de ejemplo, una bomba diseñada para operar en aplicaciones clase 2, tenderá a ser más económica a nivel de CAPEX que una bomba clase 3. Sin embargo, está última bomba presentara mayores duraciones y eficiencias sostenidas haciendo su trabajo a un nivel de OPEX menor.
Luego de comprender el desgaste esperado por la aplicación y elegir el modelo de bomba según su clase, debemos definir el tamaño correcto. Para esto, se debe definir el punto de operación de la bomba dado por los requerimientos del proceso y el sistema donde operará el equipo, definiendo un caudal y una cabeza dinámica total, o TDH (Total Dynamic Head). Dado que hay infinitos puntos de operación posibles, pero tamaños de bombas finitos, se debe privilegiar aquella selección en donde el punto de operación se encuentre lo más cercano a la curva de máxima eficiencia (BEL) de la bomba.
Operar lo más cercano al punto de máxima eficiencia nos trae los siguientes beneficios:
✓ El desgaste se minimiza
✓ Las fuerzas radiales del eje son casi nulas
✓ El consumo de energía eléctrica es óptimo
✓ La vida útil de la bomba aumenta