La ciudad de Uberaba es un importante centro de negocios en Minas Gerais, Brasil, que cuenta con una fuerte tradición en la industria de producción de alimentos y es un reconocido centro mundial para el desarrollo genético de ganado cebú.
En este sentido, la construcción de una nueva planta de amoniaco que debiera comenzar a operar en 2017, está proporcionando un nuevo impulso para la economía de la ciudad. El proyecto supone una inversión de $3 mil millones de reales y refuerza la posición de Uberaba entre los 100 centros industriales más importantes de Brasil.
Este impulso positivo dio a Beira Rio, una cantera ubicada en una zona rural de la ciudad, la confianza para invertir en una actualización importante en 2014. La transformación incluyó la puesta en marcha de una nueva planta de chancado que sustituye a la antigua línea de producción y que sirve para transformar el basalto local en agregados minerales. La nueva línea, compuesta por un conjunto de máquinas de Metso, ha permitido un aumento en la producción de un nivel de 50 mil toneladas mensuales a entre 85 y 90 mil toneladas. Este aumento permitió a Beira Rio pasar de una operación de dos turnos a un servicio de un turno. Y, gracias al nuevo diseño de la planta, también se mejoró la calidad de los agregados producidos.
Falta de capacidad y consumo excesivo de energía
El proyecto es un continuo natural en la historia de la compañía, que comenzó en 1956. Su actual propietario, Artur Braghetto Barillari, quien es nieto del fundador es parte de la tercera generación de directivos. Directamente implicado en las operaciones de la compañía, Barillari cree que valió la pena llevar a cabo un proyecto de ingeniería civil compleja y la obtención de financiación sostenible para el rediseño de la planta de producción.
Como él mismo explica, "el crecimiento en la demanda local estimuló la inversión, que ya había estado como proyecto durante algún tiempo. Tenemos un enfoque preventivo y planificado y nos ocupamos de nuestros activos con el fin de asegurar su rendimiento y disponibilidad. Y en este sentido, la nueva planta de chancado nos ha permitido cumplir con nuestra demanda, e incluso superarla, dentro de nuestro estándar de calidad”.
Antes de la actualización en el año 2014, los niveles de producción de Beira Rio no estuvieron a la altura de la demanda del mercado. Esto significó que la cantera fue incapaz de satisfacer las necesidades de los clientes. Además, Beira Rio tuvo que lidiar con una planta de producción donde las máquinas a menudo se encontraban fuera de servicio, a pesar de contar con un personal de mantenimiento altamente capacitado.
Por otra parte, el envejecimiento de los equipos también significó un alto consumo de energía por tonelada producida. Lo mismo puede decirse en cuanto a la mano de obra, producto de la necesidad de dos turnos. En términos de calidad, la planta de producción, compuesta por un antiguo chancador de finos y un chancador de cono, dio como resultado un producto final laminar.